Finalidades de la Educación
Pública en México: Una aproximación histórica
A la educación se le han
adjudicado diversos poderes ya sea desde corregir las desviaciones de la moral
y la costumbre de la gente, pasando por el fenómeno de la prosperidad nacional
y el amor a la patria, hasta la formación de los valores propios del ciudadano
moderno, es decir, del que goza de los derechos y de las obligaciones políticas
establecidas en la constitución. Algunos antecedentes sobre el debate de
finales del siglo XVIII y principios del XIX que muestran el ambiente de
transición entre la educación tradicional del antiguo régimen y la libertad
moderna a la que aspiraba.
No puede haber
república ni nación bien ordenada si no hay buenos ciudadanos.
La necesidad de difundir entre
las masas la educación de primeras letras adquirió importancia desde la segunda
mitad del siglo XVIII. Se destacó la importancia de extender la educación para
contrarrestar la idea de que los habitantes de la Nueva España eran salvajes,
ignorantes y bárbaros. Antonio Alzate y José Ignacio Bartolache se empeñaron en
demostrar que los americanos eran tan racionales como los europeos y que no
eran inferiores en genio, capacidad, virtudes y costumbres. En la educación
estaba la clave para inculcar entre los habitantes de la Nueva España las luces
que la modernidad exigía, pues se pensaba que el cultivo de las artes y
ciencias que había logrado la prosperidad europea tendría el mismo efecto en
tierras americanas. Se pretendió corregir desviaciones en la moral y las
costumbres de la gente, sobretodo de los grupos más empobrecidos. Francisco
María Herrera solicitó en 1786 el establecimiento de escuelas gratuitas porque
estaba preocupado por la proliferación de niños y jóvenes que vagaban por las
calles de la ciudad, hijos de familias campesinas que tuvieron que emigrar
víctimas de las severas heladas que un año antes había castigado los cultivos
de maíz, así mismo exigió que se aumentara el número escuelas.
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